1. Medida, rima y estrofa.
a) Mortales que aún no vivís
y ya os llamo
yo mortales,
pues en mi
presencia iguales
antes de ser
asistís;
aunque mis
voces no oís
venid a
aquestos vergeles,
que ceñido de
laureles,
cedros y
palma os espero,
porque aquí
entre todos quiero
repartir
estos papeles.
b) Veo los eucaliptos que ocupan la colina,
donde reduce
el trópico su bárbara violencia.
Más que la
luz, benéfico vapor los ilumina.
Son la
agradable forma de la benevolencia.
c) Era madrugada. Nadie
pudo asomarse
a sus ojos
abiertos al
duro aire.
d) Llama a la descortesía
necedad en
los iguales,
porque es
entre desiguales
linaje de
tiranía.
e) Salió el muchacho bizarro
con una
casaca verde,
bordada de
cifras de oro,
que sólo los
brazaletes
por las
mangas descubrían,
que seis
alamares prenden (...)
f) Y si no lo permite quien lo imita
g) Sueña el rico en su riqueza,
que más
cuidados le ofrece;
sueña el
pobre que padece
su miseria y
su pobreza;
sueña el que
a medrar empieza,
sueña el que
afana y pretende,
sueña el que
agravia y ofende,
y en el
mundo, en conclusión,
todos sueñan
lo que son
aunque
ninguno lo entiende.
Miguel
Lumera Guerrero
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